Un muchacho con el corazón roto está contemplando el vacío desde lo alto de un puente en Ufa, Rusia, y ve que desde la misma construcción una señorita planea hacer lo mismo. El devastado Andriej Ivanov, de 26 años, quería quitarse la vida porque su novia había muerto en un accidente automovilístico poco antes de la boda. María Petrova, de 21, planeaba hacer lo mismo porque sus padres la echaron de casa al averiguar que estaba embarazada.
La joven casi salta a las heladas aguas del río Belaya cuando Adriej la atrapó por detrás. "No podía dejarla caer, no importa cuán roto estuviera mi corazón", explicó el muchacho. "Cuando la agarré se tiró a llorar en mis brazos. Nos abrazamos y hablamos y hablamos y hablamos. Esa noche salvó mi vida y yo la de ella".
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